Trabajo y síndrome de Down

Al principio me preocupaba mucho el futuro de Benjamín, pensaba que quizá nunca podría tener un trabajo cuando llegara a ser un adulto, sé que aún falta mucho para que llegue a esa edad y también falta mucho para que las empresas abran sus puertas para que personas con síndrome de Down puedan trabajar en ellas, pero me alegra enormemente cuando sé de alguna empresa que ya está dando el primer paso para la contratación de adultos con síndrome de Down porque sé que para cuando el mío llegue a ser uno de ellos tendrá un poco más de oportunidades.

Hay que perder el miedo a intentarlo, a contratarlos, son capaces de realizar cualquier actividad cuando se les dá la capacitación adecuada, los padres estamos ahora trabajando incansablemente para hacer de nuestros niños adultos responsables, educados, trabajadores, personas independientes y sobre todo seguros de sí mismos y de que su vida y su persona es tan valiosa como la de el resto del mundo.

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